Invierte en tu salud.. Tú lo vales
Muchas personas viven cada día sus vidas sintiéndose cansadas,
fatigadas y sin ánimos. Le echan la culpa a la edad, tensión, genética,
etc. Se acostumbran a sentirse así y finalmente es aceptado como normal.
Después de un tiempo ellos no pueden recordar lo que es sentirse
realmente bien. Nuestros estilos de vida modernos, dietas malas y agua
tratada con cloro, junto con un ambiente contaminado, nos privan de los
nutrientes que necesitamos para tener una salud óptima.
Durante los últimos 100 años ha habido una PÉRDIDA DEL 72% DE MINERALES EN LA TIERRA,
tal y como se reportó en el informe de la Cumbre para la Tierra de
1992. Al mismo tiempo, la población en la tierra ha crecido 4 veces más
de lo que era hace tan sólo 100 años: ¡De 1.65 billones en 1900 a la
asombrosa cantidad de 6.08 billones en el año 2000!
Nuestra economía corre para poder suministrar la demanda de una población exponencialmente creciente. El único problema es que cuando la población crece más rápido que los recursos de la tierra, la calidad se ve afectada. La calidad se ve afectada por conveniencia, y el consumo de masas es afrontado con la fabricación en serie. ¿Cómo afecta esto el alimento que cultivamos y finalmente comemos? Una tierra baja en minerales produce alimentos deficientes en minerales, y una comida baja en minerales produce personas deficientes en minerales. Es por eso, que tantas personas se quejan de fatiga y falta de energía. Muchos de nosotros estamos muy mal alimentados.
El privar al cuerpo de las vitaminas y nutrientes que éste necesita, crean una gran tensión fisiológica interna. Los órganos trabajan más y amenudo hacen ajustes para compensar esta falta , como el robar los nutrientes de otros órganos. El cuerpo produce más hormonas de tensión como la adrenalina y cortisol para adaptarse (que en niveles altos tiene efectos perjudiciales en el cuerpo y cerebro). Combine la tensión fisiológica por nuestra dieta, con el estrés físico, mental, emocional y ambiental de nuestra vida diaria, y eso es mucho más de lo que nuestros cuerpos fueron diseñados para aguantar.
Nuestra economía corre para poder suministrar la demanda de una población exponencialmente creciente. El único problema es que cuando la población crece más rápido que los recursos de la tierra, la calidad se ve afectada. La calidad se ve afectada por conveniencia, y el consumo de masas es afrontado con la fabricación en serie. ¿Cómo afecta esto el alimento que cultivamos y finalmente comemos? Una tierra baja en minerales produce alimentos deficientes en minerales, y una comida baja en minerales produce personas deficientes en minerales. Es por eso, que tantas personas se quejan de fatiga y falta de energía. Muchos de nosotros estamos muy mal alimentados.
El privar al cuerpo de las vitaminas y nutrientes que éste necesita, crean una gran tensión fisiológica interna. Los órganos trabajan más y amenudo hacen ajustes para compensar esta falta , como el robar los nutrientes de otros órganos. El cuerpo produce más hormonas de tensión como la adrenalina y cortisol para adaptarse (que en niveles altos tiene efectos perjudiciales en el cuerpo y cerebro). Combine la tensión fisiológica por nuestra dieta, con el estrés físico, mental, emocional y ambiental de nuestra vida diaria, y eso es mucho más de lo que nuestros cuerpos fueron diseñados para aguantar.
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